El rastro de la guerra me ha traído hasta Berango, un pueblo situado en la provincia de Vizcaya (Euskadi) para conocer a Aitor Miñambres, director del Museo Memorial del Cinturón de Hierro.
EL MUSEO MEMORIAL
El Museo Memorial del Cinturón de Hierro se encuentra ubicado en el Centro de Cultura de Berango. Próximo a los nidos de ametralladora que aún se conservan, entre Berango y Sopela. Estos vestigios conforman, junto con otros, la línea defensiva que construyó el Gobierno de Euzkadi entre 1936 y 1937, para defender Bilbao de las tropas franquistas.
A través de una escenografía clara y moderna, el Museo Memorial del Cinturón de Hierro mantiene viva la memoria de todas aquellas personas que dieron su vida durante la Guerra Civil Española. Durante la visita al museo, se puede conocer cómo y por qué fue construido así como las características de sus fortificaciones. Del mismo modo, se puede saber más sobre cómo se produjo la conquista de Bilbao, por parte de las tropas franquistas, después de 48 horas de intensos combates.
EL CINTURÓN DE HIERRO DE BILBAO
Itinerarios de la Memoria
El 8 de enero del 2019 se publica el Decreto 195/2018, de 26 de diciembre, por el que se califica como Bien Cultural, con la categoría de Conjunto Monumental, el Cinturón de Hierro y defensas de Bilbao (Álava y Bizkaia).
La historia del Cinturón de Hierro se remonta al inicio de la Guerra Civil Española, en el verano de 1936. Es, en ese momento, cuando la Junta de Defensa de Vizcaya, presidida por el gobernador José Echevarría Novoa, propone la creación de un campo atrincherado de la plaza de Bilbao. El 7 de octubre de 1936, tras la concesión del Estatuto de Autonomía al País Vasco, se forma el gobierno provisional de Euskadi, en el que están representados los diferentes partidos políticos que respaldan a la República. Este gobierno queda presidido por el nacionalista José Antonio Aguirre Lekube, que también asume la cartera de defensa.
¿quién ordena construirlo?
El proyecto toma en este momento el impulso definitivo bajo el nombre de Cintrurón de Bilbao. Del diseño se encarga al teniente coronel Alberto Montaud Noguerol que compatibiliza esta función con el mando del Ejército Vasco.
En el momento de comenzar la Guerra Civil Española, Montaud, era Teniente coronel de Ingenieros y profesor de fortificaciones en la Escuela Superior de Guerra en Madrid. El 9 de mayo de 1937 fue sustituido de la Jefatura del Estado Mayor.
El lehendakari Aguirre fue un líder demócrata-cristiano incluido por las autoridades católicas en la categoría de "los judíos, los masones y los comunistas".
El proyecto del Cinturón de Hierro de Bilbao debe reunir ciertas condiciones. La longitud y amplitud de la línea defensiva tiene que permitir una defensa sólida y, al mismo tiempo, garantizar los servicios necesarios a la ciudad y a su entorno. Las centrales eléctricas, el embalse de Zollo, el puerto y los aeródromos de Lamiako y Sondika deben quedar protegidos del alcance artillero de las tropas franquistas.
De este modo, la ciudad no queda aislada del exterior. Su salida al mar le permite aprovisionarse. Está protegida por las baterías antiaéreas de costa de Punta Galea y Punta Lucero. En los límites de Guipúzkoa y Araba, Por delante del Cinturón de Hierro de Bilbao, se establece una primera línea de defensa en los tres frentes que defiende el Ejército Vasco.
¿quién lo construye?
Los trabajos de fortificación del Cinturón de Hierro de Bilbao comienzan en octubre de 1936. Desde el momento en que comienzan las obras, se cuenta con la participación de miles de trabajadores, en su mayoría civiles. Es importante también señalar que el personal militar es quien se encuentra principalmente en la dirección de las obras y en los escalones intermedios. Las compañías de zapadores, se incorporan a las labores de fortificación a medida que medida que avanza el ejército franquista. Se cuenta con todo tipo de profesionales, desde los más cualificados hasta peones. En los trabajos interviene una multitud de gremios como ingenieros, albañiles, carpinteros, canteros, médicos […]
Tanto los jefes y oficiales, como el personal de tropa, quedaban sometidos a la disciplina militar. Asumían los mismos derechos y deberes que los de su categoría similar dentro del Ejército. Estos batallones, a todos los efectos, eran considerados como cuerpos armados. Contaban con un armamento de 60 fusiles y de una dotación reglamentaria, cada uno.
Batallones de Obras y Fortificaciones
Los batallones de Obras y Fortificaciones fueron creados el 6 de abril de 1937 con objeto de dar mayor eficacia y actividad a los trabajos de fortificación. Pasaban a depender del Estado Mayor del Ministerio de la Guerra y de la Inspección General de Ingenieros, así como de del comandante general de Ingenieros o jefes de los Servicios de dicha rama del sector en que se encontrasen trabajando. En caso de que en un lugar determinado no fueran suficientes las fuerzas de estos batallones, se encontraban los obreros auxiliares. Estos obreros eventuales, encuadrados bajo el mando de la oficialidad de los batallones, eran contratados durante un período de tiempo determinado y cobraban el jornal que estuviera establecido en cada localidad.
